ARGENTINEANDO PARTE I

A veces, para detener el mundo, uno debe ponerse en movimiento.

Muchos ya conocen a Julián y Camila.
Para los que no, estos jóvenes comenzaron hace un tiempo una travesía en bicicleta.

Cada tanto vemos a estos aventureros por la ruta con la bici y el resto de sus vidas a cuestas. Mirando desde afuera, tal vez parezca poco lo que llevan.
Y si así fuera, digo, lo de poco, es porque necesitan lugar para todo lo que día a día van sumando: kilómetros, anécdotas, aventuras, personas, lugares.

Elegimos reflejar parte de los audios que nos dejaron y que aún vibran en un celular, tratando de no cambiar la esencia, porque ¿quiénes somos nosotros, simples espectadores, para cambiar algo de los colores del paisaje que llevan recorrido?

—El viaje en bicicleta fue una idea que Julián me transmitió. Él ya tenía experiencia en este tipo de viajes y me contagió sus ganas. Después de planear durante un año, nos mudamos de Viedma a Río Colorado en diciembre del año pasado y en enero comenzamos nuestra aventura. Hemos dormido en los lugares más variados: rutas, destacamentos policiales, escuelas vacías, casas abandonadas, siempre adaptándonos a las circunstancias.

—Hemos encontrado formas interesantes de pasar la noche en la ruta. Llevamos todo lo necesario en nuestras bicicletas: nuestra casa va en los bolsos. Incluimos una carpa, colchones y bolsas de dormir. Mayormente, hemos usado la carpa, especialmente en el sur, mientras el clima era más cálido. Pero ahora que el frío comenzó, encontramos alojamiento en casas de familia, estaciones de bomberos y locales prestados gracias a una aplicación que conecta a viajeros con personas dispuestas a hospedarnos, además de recomendaciones de conocidos en los pueblos que visitamos.

Como dicen ellos: A veces, ser valiente es perseguir tus sueños.
Continuará…