«La sombra de la luna básicamente va a cruzar la Patagonia», dijo el científico. Será un hecho fuera de lo común, que ocurre cada dos años en distintas partes del mundo.
«Los eclipse solares totales son pocos comunes, ocurren cada dos años en partes muy diferentes del mundo, porque en cualquier parte del mundo pueden ocurrir y básicamente en una región como Argentina pasan una vez cada generación o dos generaciones incluso. Es algo bastante inédito y especial cuando ocurre», dijo el astrónomo argentino que fue candidato al Nobel de Física Julio Navarro.
El reconocido astrónomo de origen santiagueño, que vive actualmente en Canadá, explicó que este fenómeno del 14 de diciembre que se verá en Argentina y Chile «va a ocurrir alrededor del mediodía en el sur del país, es una franja que prácticamente corta la Patagonia, más o menos desde Junín de los Andes, pasando por Piedra de Águila y termina en Las Grutas, cerca de Viedma, esa es la zona de totalidad que tiene un ancho de unos 100 kilómetros aproximadamente».
«Es la sombra de la luna que básicamente va a cruzar la Patagonia, saliendo al mar, por eso en cualquiera de esos lugares de nuestro país se va a ver muy bien», expresó y añadió que «es importante verlo en lugares que no haya nubes, porque si hay nubes no se verá mucho».
A la vez comentó que «fuera de esa franja de 100 kilómetros, el efecto va a ser bastante menor, ya que se verá como un poquito nublado, pero no se ve casi nada a simple vista por eso lo mejor es verlo con algún tipo de lente, proyección o telescopio bien adaptado para mirar el sol».
El astrónomo se mostró entusiasta ante este eclipse y recomendó que «cualquier persona que pueda ir a esos lugares y experimentarlo que lo haga, porque es una de las pocas veces que en escala humana uno puede observar o tener en la piel ese sentir de un efecto astronómico, que en este caso ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra».
Asimismo, consideró importante «tener cuidado», porque «nunca se debe mirar al sol directamente con los ojos, lo tienen que mirar con muchísima protección y debe ser bien homologada la protección, no cualquiera, tiene que ser del orden de una lente de un soldador para que nuestros ojos no sufran».
«Nunca deberíamos mirar al Sol directamente para prevenir daños ópticos», puntualizó Navarro.
El especialista comentó que él tuvo la oportunidad de ver «algunos eclipses solares y son verdaderamente fenómenos sobrecogedores, sobre todo si uno está en la parte de totalidad que es cuando duran en el orden de un par de minutos, la duración máxima es de dos minutos y medio en el centro de esa franja que en este caso en Argentina va de Junín de los Andes a Las Grutas».
«Por supuesto que uno debe estar preparado, y cuando ocurra la totalidad si uno está en un lugar que pueda ver el horizonte sin impedimentos, sin una montaña o un cerro, uno lo que ve es que todo el cielo se hace oscuro, excepto que en el horizonte a 360 grados hay luz, porque uno puede ver la parte fuera de la sombra; es así que a 100 kilómetros de distancia si uno tiene una buena visión del horizonte, uno ve que el cielo es oscuro excepto alrededor del horizonte, en donde es una franja pequeña de luz que ilumina todo el horizonte», aseguró Navarro a Télam.
Para los astrónomos y estudiosos este eclipse solar también es considerado interesante, ya que «presenta la oportunidad de estudiar la «corona solar», que son los gases de la atmósfera alta del Sol».
«También sirve a los astrónomos para estudiar cómo la luz de las estrellas se deflexiona cuando pasa cerca del sol; es la forma en que se confirmó la teoría de la relatividad general de Einstein», puntualizó.
En ese sentido, se debe recordar que en 1919 un eclipse total del Sol permitió a un grupo de científicos comprobar por primera vez la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein y consolidar una de las mayores revoluciones de la historia de la ciencia.
Fuente: Página 12