● 1819. Descendiente de varias generaciones de americanos con orígenes ingleses y holandeses, fue el segundo de nueve hijos del matrimonio formado por el carpintero y granjero Walter Whitman y Louisa Van Velsor Whitman.
Whitman nació por segunda vez en 1855, cuando publicó la primera edición de Hojas de hierba. A partir de entonces, decidió vivir para el destino que él mismo se había impuesto: ser el poeta de la epopeya americana, encarnar ese papel superlativo que Ralph Waldo Emerson, al que tanto admiraba, había reclamado para la joven y ambiciosa nación: “Aún no hemos tenido al genio que, con ojo tiránico, aprecie el valor de nuestros incomparables materiales. […] nuestras pesquerías, nuestros negros e indios, nuestras fanfarronadas y nuestros rechazos, la cólera de los canallas y la pusilanimidad de los honrados, el comercio del norte, la plantación del sur, la conquista del Oeste, Oregón y Texas: todo eso no se ha cantado todavía”. Whitman decidió ser ese poeta, pero no llegó a esa determinación de forma inmediata, sino tras treinta y seis años de experiencias relativamente pueriles.