Martes, 11 de septiembre de 2001. Nueva York vivía una mañana soleada en los últimos días de verano con un cielo azul particularmente cristalino.
“Era un día muy bonito, eran elecciones en la ciudad de Nueva York, era un día claro, sin nubes, un día tranquilo”, recuerda para France 24 William Rodríguez, un hombre que trabajaba en ese momento como conserje en la torre norte del World Trade Center.
Un nuevo tipo de guerra estaba a punto de comenzar.