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Cultura y espectáculos

EFEMÉRIDES DEL 7 DE AGOSTO – ¿QUIÉN FUE SAN CAYETANO?

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Su nombre era Gaetano y nació sobre fardos de paja, en un establo, porque su madre quiso emular a la Virgen María y entregarle aquel (su tercer hijo) pariendo como lo hizo Ella. Era una tardecita de 1480 y varios sirvientes acudieron a contener a la madre, cuyo nombre era María Da Porto, condesa de Thiene. 

Los padres de Gaetano eran condes y el pequeño creció entre lujos inimaginables, mármoles venecianos y vajilla de plata. Por esta razón no tuvieron inconvenientes en enviarlo a la Universidad de Padua, una de las más prestigiosas del mundo y en aquel entonces, la mejor. Allí Gaetano estudió abogacía, con el sueño de seguir el mismo oficio que su papá Gaspar, que murió cuando el joven tenía dos años. Se recibió en 1504 con notas impecables y nunca ejerció: durante sus estudios había descubierto una vocación sacerdotal férrea y una vocación por brindarse a los pobres fuera de serie. 

Y optó por ese camino, renunciando a todas sus riquezas y convirtiéndose en sacerdote. Luego de trabajar en el Vaticano como uno de los favoritos del Papa Julio II, volvió a abandonar su ostentosa oficina para seguir el camino de su corazón, y creó el primer hospital de enfermedades infecciosas de la historia, peleando con algunos sectores que consideraba que los infectados estaban embrujados. “Quiero honrar a Cristo hasta transformarme en Él, como decía San Pablo”, explicaba en sus cartas. Vivía entre sus pares, los Hermanos del Divino Amor, y ya había perdido a ambos hermanos y a su madre. 

Quedaba él solito, conde de Thiene si no hubiera renunciado a todo a temprana edad, y asistía a los enfermos del Hospital de Incurables noche y día. Fue entonces cuando un anhelo irrumpió en su vida: quería fundar su propia orden religiosa. 

Así se lo expresó al Pontífice, proponiéndole claridad entre tanta oscuridad de la Iglesia de aquel entonces, consumida por la corrupción, detractores, y la Inquisición misma. Proponía vivir en comunidad con voto de absoluta pobreza bajo el lema “Nada poseer, nada pedir”.

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