Continuando con las jornadas de escraches que comenzó en el día de ayer, se realiza una nueva concentración frente al domicilio de la persona que cumple prisión domiciliaria condenada a 12 años por abuso y violación de su hija. La convocatoria supera el número de personas que se reunieron ayer. Los manifestantes repudian la decisión de la justicia al ritmo de palmas y percusión.