Es una festividad de origen cristiano que se celebra anualmente el 17 de marzo para conmemorar la muerte de San Patricio de Irlanda, patrón de toda la isla de Irlanda ubicada al noroeste de la Europa continental.
En este día los irlandeses celebran con cervezas, mucho color verde y también un desfile especial para conmemorar la figura del Santo Patrón de Irlanda, San Patricio, que difundió el cristianismo en la isla.