En 2013, durante su sexagésimo octavo período de sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 3 de marzo, día de la aprobación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), Día Mundial de la Naturaleza, para celebrar la fauna y flora y para sensibilizar al público sobre su importancia.
En su resolución, la Asamblea General reafirmó el valor intrínseco de la flora y la fauna silvestres y sus diversas contribuciones, entre ellas contribuciones ecológicas, genéticas, sociales, económicas, científicas, educativas, culturales, recreativas y estéticas al desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad, y reconoce el importante papel de la CITES para asegurarse de que el comercio internacional no amenace la supervivencia de las especie.
Algunas de las especies de fauna más emblemáticas y amenazadas, como por ejemplo los gorilas de montaña, pandas, tigres y rinocerontes viven en reservas de biosfera. El Programa sobre el Hombre y la Biosfera y su Red Mundial de Reservas de Biosfera juegan un papel clave en la conservación de la vida silvestre a través de diversos proyectos e iniciativas siendo la Alianza para la Supervivencia de los Grandes Simios (GRASP), una de sus iniciativas más notables.