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A 16 AÑOS DE LA MUERTE DE PAPPO, LA PRIMERA GUITARRA DEL ROCK ARGENTINO

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Norberto Napolitano, tal su nombre de nacimiento, murió hace 16 años en un accidente de tránsito mientras conducía su moto por una ruta cercana a Luján. Ya sea en su fugaz paso por bandas o en sus propios proyectos, dejó una huella inconfundible en la música nacional.
En un accidente de tránsito mientras conducía su moto por una ruta cercana a la localidad bonaerense de Luján, hace 16 años, moría Pappo, la gran guitarra del rock argentino, que creó todo un estilo ligado al blues y al rock pesado.
Ya sea en su fugaz paso por bandas como Los Abuelos de la Nada en su primera versión, el grupo beat Conexión N°5 o Los Gatos; como luego en sus propios proyectos como Pappo’s Blues, Aeroblues y Riff; Norberto Napolitano, tal su nombre de nacimiento, dejó una huella inconfundible, tanto por su destreza ante las seis cuerdas como por su personal sonido.

Su aporte en «Rock de la mujer perdida», de Los Gatos; clásicos de Pappo’s Blues como «El tren de las 16», «El hombre suburbano», «Desconfío» o «El viejo», entre otros; y «No detenga su motor», «Macadam 3,2,1,0» o «Ruedas de metal», de Riff, son algunas de las piezas que dan cuenta de ello.
Admirador de clásicos guitarristas de blues, El Carpo, como también se lo conocía, encontró la síntesis de sus aspiraciones musicales cuando escuchó a Eric Clapton y, con el paso de los años, luego de algunos viajes, sumó elementos del rock pesado de bandas como Motorhead, que terminaron de definir su personalidad artística.
«Un coloso. Alguien totalmente irreemplazable. Sus rítmicas y sus solos son inigualables», lo definió.
Claudio Gabis, su colega en eso de tocar blues en la Argentina cuando aún no había nada, no dudó en calificarlo, como el mejor exponente del género en la Argentina y como «el tipo con más técnica y conocimiento de ese lenguaje».
«¿Cuántos guitarristas argentinos fueron invitados por B.B. King a compartir un escenario en el Madison Square Garden de Nueva York? B.B. King no necesitaba de nadie, era una figura, y lo invitó. Pappo podía tocar con cualquier instrumento y siempre iba a sonar a él. Eran sus dedos y su magia musical. Eso es muy difícil», avaló, por su parte, Machi Rufino, bajista que integró Pappo’s Blues y grabó el disco «Volúmen 3», considerado uno de los mejores de esa saga.
Precisamante, esa noche de 1993 en la que fue invitado por una de las más grandes figuras en la historia del blues mundial aparece como el punto culminante en la carrera del muchacho nacido en el barrio porteño de La Paternal, que desde muy temprana edad asombraba por su destreza para tocar de manera intuitiva la guitarra.

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