Los hidrantes cargan en el aeródromo de El Bolsón y los helicópteros en una cascada. Les lleva tres minutos. Los lanzamientos los define un operador externo y no el piloto
Un colchón de 3.000 litros de agua cae desde el cielo en uno de los focos del bosque incendiado.
Desde el último domingo, en el cielo de El Bolsón desfilan aviones hidrantes y helicópteros que sobrevuelan la zona arrasada por el incendio forestal que se desató por una imprudencia con un fogón, en una vivienda del barrio El Mirador, próximo a la zona de Cuesta del Ternero.
“Es increíble la precisión de los tiros con agua”, comentaba Claudio Straitas, un poblador del paraje Los Repollos, mientras observaba con los vecinos a los lanzamientos de las aeronaves sobre las columnas de humo dispersas.
En el último incendio, los aviones hidrantes cargaron agua en la pista del aeródromo de El Bolsón; mientras que los helicópteros tomaron de un pozón próximo a la Cascada de La Virgen, a escasos metros de la ruta nacional 40.
Los aviones hidrantes AT-802 fueron diseñados y construidos por el fabricante aeronáutico estadounidense Air Tractor. Las primeras aeronaves fueron destinadas a la agricultura pero los siguientes modelos se fabricaron para la lucha contra incendios.
Todas estas aeronaves llegan a la regional patagónica para la temporada de verano y en el invierno, son trasladadas al centro y norte del país
“Se trata de un turbohélice con capacidad para 3.000 litros de agua. En una pista aérea, se hace la recarga de agua que demora menos de tres minutos. Muchas veces se usan pistas particulares si estas quedan más cerca”, especificó Alberto Seufferheld, director nacional del Servicio de Manejo del Fuego.
Advirtió que la empresa propietaria de los aviones debe contar con un equipo de bombeo para abastecer la aeronave con la cisterna de los municipios o los bomberos.
El avión, además, tiene entre cuatro a seis horas de autonomía de combustible.
En Argentina solo hay un avión hidrante “tipo anfibio” que puede cargar agua en vuelo, en cualquier espejo de agua, pero la empresa propietaria ganó una licitación en Chile. Río Negro consultó si este tipo de aeronaves serían más adecuadas ante un siniestro como el de El Bolsón pero Seufferheld consideró que “todo depende del lugar donde se desate el incendio”.
El AT-802 es un avión de agricultura que se adapta para la lucha aérea contra incendios.
“Si el lago para recargar está lejos del incendio, se va a tardar lo mismo. O más. Si se produce un incendio en El Maitén, se puede operar en la pista de El Maitén. Si hay que recargar en Lago Puelo, por ejemplo, será más lejos. O quizás suceda que haya un lago angosto para la recarga”, manifestó.
En relación a la recarga de los aviones AT-802 en menos de tres minutos, insistió: “Para agilizar el trabajo, se pide a la empresa que tenga bombas de potencia. Después, está el tema del despegue pero es todo muy rápido”.
Los tipos de lanzamientos de agua desde un avión hidrante dependen de las características del sector en el que se trabaje. La decisión no proviene del piloto sino de un operador que, desde un lugar abierto y despejado pero próximo al incendio, indica por comunicación radial cómo deberá ser el lanzamiento.
“Con un disparo secuencial, es decir, que no sea completo, se evalúa si el agua ingresa o si conviene cambiar el sentido del disparo. El que controla y dirige la orientación del avión es una persona que está en tierra y coordina con el piloto. Básicamente le indica cómo disparar”, especificó Seufferheld.
Comentó que, en el caso reciente del incendio en Cuesta del Ternero, “el lugar del fuego se veía perfectamente. Hay lugares, como Jujuy, donde se requiere el uso de bengalas para que el avión pueda ver. Se ve mucho humo disperso pero no se ve con precisión”.
El coordinador dispone también de los litros de agua a lanzar. Podrían ser 1.000, 1.500 o la capacidad completa del avión. “Es muy importante el trabajo conjunto de dos aviones porque uno dispara en un lugar y la otra aeronave puede hacerlo un poco más adelante”, detalló.
Pero lo cierto es que el avión hidrante no apaga el fuego sino que baja la llama, su intensidad permite que los brigadistas puedan ingresar al terreno.
“Al fuego lo detiene la línea (de defensa que construye los combatientes de incendios forestales con herramientas manuales o maquinaria vial); por eso, siempre se habla de apoyo aéreo”, aclaró Seufferheld.
Los helicópteros, en cambio, pueden arrojar hasta 1.000 litros. Cargan en cualquier espejo de agua, sean lagunas, ríos con la suficiente profundidad para que el “helibalde” pueda hundirse y cargarse de forma completa.
Este tipo de aeronaves cumplen una doble función. Transportan, por un lado, a los brigadistas a los lugares más remotos para agilizar el acceso y evitar que se cansen demasiado.
Los helicópteros semipesados transportan a 12 personas; mientras que los livianos llevan solo a 5.
Además, lanza agua en apoyo a ese grupo. “Los helicópteros pueden cargar en cualquier espejo de agua. En una pileta de natación o en un tanque australiano. Siempre se busca el lugar más cercano y más seguro”, advirtió Seufferheld.
En relación a los lanzamientos, contó que pueden efectuarse “cuando el helicóptero viene andando o bien ser puntual, es decir, la aeronave se posiciona y descarga toda el agua junta. También lo dispone el equipo de tierra”.
La coordinación patagónica tiene sede en Bariloche
Los helicópteros tienen mayor precisión para descargar sobre los focos críticos.
La Regional Patagonia cuenta con un avión hidrante en Esquel; un helicóptero en El Bolsón; dos aviones hidrantes, un avión observador y un helicóptero en Bariloche; mientras que Chapelco cuenta con un avión hidrante y un helicóptero. Ni Santa Cruz ni Tierra del Fuego disponen de medios aéreos.
La coordinación patagónica tiene sede en Bariloche y está a cargo de Ariel Amtahuer y Claudio Brockerhof es el coordinador aéreo.
“Si bien los medios están destinados en estas bases, los podemos mover a cualquier otro lugar. Depende del helicóptero pero de Bariloche a El Bolsón se tarda entre 30 y 40 minutos dependiendo por donde vaya y la meteorología”, explicaron.
Todas estas aeronaves llegan a la regional patagónica para la temporada de verano y en el invierno, son trasladadas al centro y norte del país.
Fuente: Río Negro