Las telecomunicaciones es el rubro más perjudicado.
El 2020 cerró con una aceleración en los precios de la economía que impactó fuerte en la inflación: 4% en diciembre, el mayor incremento del año, con un acumulado de 36,1%. Fue la tasa más baja desde 2017 e influyeron la recesión y las tarifas congeladas. Pero el último mes del año tuvo un pico y el mercado ahora percibe una aceleración para el 2021. Según el Indec, el rubro electricidad, gas y otros combustibles tuvo una suba nominal del 0,6%, motivado en la extensión de los congelamientos tarifarios que dispuso el presidente Mauricio Macri y que el nuevo Gobierno del Frente de Todos alargó a fines de 2019.
Otro rubro perjudicado por la regulación oficial fue el de los servicios de telefonía e internet. Según el propio organismo oficial de estadísticas, tuvo un aumento nominal del 5,7% en 2020, casi 30 puntos por debajo de la inflación promedio. Hubo varias reuniones entre el Gobierno y las empresas del sector. Sólo se otorgó una suba minima en las tarifas de telefonía fija, movil, internet y tv por cable, muy lejos del 20% pedido por las compañías que brindan el servicio. A esto hay que sumarle que este año empezarán a regir las prestaciones básicas universales y obligatorias.
Declarar como “públicos” a los principales servicios del mercado de las telecomunicaciones generó rechazo en las compañías del sector y en las asociaciones empresariales. Creen que el Gobierno se entromete en un mercado en competencia y aseguran que la medida impactará en las inversiones de una industria que necesita de la constante actualización tecnológica y ante la nueva regulación oficial, puede haber un colapso en los servicios de Internet y cable.