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EXPERTOS DE LA NEUROCIENCIA EXPLICAN POR QUÉ ES NECESARIO TOMARSE VACACIONES

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Desconectarse de las responsabilidades diarias y los celulares y computadoras y, en cambio, enfocarse en el descanso, la diversión y la salud, podrán fomentar el bienestar físico y mental.

Expertos de la neurociencia explican por qué es necesario tomarse vacaciones
Las experiencias de vacaciones familiares activan estos sistemas en el cerebro del niño, liberando y activando sustancias químicas que lo hacen sentir bien, como los opioides, la dopamina y la oxitocina.
Gentileza: Blog Alquiler Argentina
Adultos, jóvenes y niños coinciden en que este año ha sido mentalmente agotador. Es sabido que convivir con una pandemia y, a su vez, lidiar con el trabajo, las tareas del hogar, el cuidado de familiares y otras responsabilidades, ha disparado los niveles de estrés y burnout de la sociedad.

Es por ello, que a pesar de no ser una alternativa viable para todos – especialmente en este momento-, se pone en relevancia el rol de las vacaciones y su importancia para alcanzar el bienestar físico y mental. Pero: ¿Por qué son tan necesarias? ¿Cuál es el bien que nos producen?

“Es evidente que las vacaciones nos permiten a la mayoría de nosotros cortar con el estrés cotidiano asociado a nuestras obligaciones laborales y familiares. Se supone que las vacaciones inducen emociones positivas o al menos así las buscan. A su vez, las vacaciones suelen ser fuentes de nuevas experiencias y nos enfrentan a nuevos ambientes, lo que es importante para la salud cerebral”, afirmó María Roca, subdirectora operativa de INECO.

Más allá de lo que nos indica nuestra intuición, hay evidencia| científica sólida que demuestra el rol de las vacaciones. Un estudio sobre las mujeres de la región de Wisconsin demostró que aquellas que podían tomar vacaciones frecuentes, y lo hacían, tenían menos chances de sentirse tensas y desarrollar síntomas de depresión y que, al mismo tiempo, experimentaban una mayor sensación de bienestar en su vida de pareja. Otro estudio demostró que, si las mujeres se pudieran tomar días fuera de su lugar de trabajo, se evitarían más de medio millón de cuadros de depresión al año. Si bien, no hay estudios similares en hombres, no habría por qué pensar que los hallazgos no se replicarían.

Aunque poder salir de nuestros departamentos y casas sería lo ideal para distanciarse la rutina, frente a este panorama, los profesionales sostienen que, si uno no puede trasladarse grandes distancias, al menos puede tomarse esos días libres para contar con mayor tiempo disponible para uno mismo y disfrutar del sol, las actividades al aire libre, el ejercicio físico y de la posibilidad de relacionarse con otras personas.

Otro gran tema en nuestra actual forma de vacacionar es la omnipresente conectividad a la que nos empujan nuestros teléfonos inteligentes y redes sociales. ¿Se puede recuperar uno en sus vacaciones cuando sigue de alguna forma conectado, tanto con el trabajo como con los entornos ajenos a él?

“Un estudio publicado por Kirillova en el año 2016 en población china muestra que cuando las conexiones sociales que se mantienen durante las vacaciones están asociadas al trabajo, disminuye la sensación de restauración que suele acompañar el vacacionar, mientras que cuando los contactos vía nuevas tecnologías son con personas ajenas al trabajo, esto parece mejorar la experiencia”, comentó la doctora Roca.

Marcelo Cetkovich, director médico de INECO sostuvo que “trabajar durante las vacaciones y seguir conectado con el trabajo, reduce el bienestar que puede obtener de un período vacacional». Asimismo, destacó que «las experiencias de recuperación vividas durante las vacaciones tienen un impacto positivo en la creatividad, además de la sensación de bienestar con el trabajo y la satisfacción con la propia vida”.

Algo similar ocurre con los más pequeños. El doctor Sunderland explicó en 2018 que en las vacaciones, los niños pueden activar importantes áreas en el sistema límbico cerebral, poco estimulados en las rutinas de la casa, que se activan a través del juego, la creatividad lúdica y el sistema de búsqueda. Las experiencias de vacaciones familiares activan estos sistemas en el cerebro del niño, liberando y activando sustancias químicas que lo hacen sentir bien, como los opioides, la dopamina y la oxitocina. Estos químicos reducen los niveles de estrés y activan sentimientos cálidos y amorosos.

Andrea Abadi, directora del departamento Infanto Juvenil de Cites INECO, consideró que “luego de varios meses de conectividad áulica y de actividades dentro de casa, los niños necesitan salir, jugar al aire libre y conectarse, con los cuidados necesarios con otros niños”.

Sin embargo, el escenario de este verano es diferente a otros. La posibilidad de interactuar en colonias, clubes o lugares turísticos deberá ser con cuidados diferentes. No solo debemos cuidarnos del sol, sino que el Covid-19 será un enemigo silente en lugares concurridos. Por esto, Abadi señaló que es fundamental que los adultos puedan hablar con los niños sobre la necesidad de seguir cuidándonos en época de verano, fundamental para llegar lo mejor posible al nuevo ciclo escolar que se avecina.

Para esta inusual temporada de verano, desconectarse de las responsabilidades diarias y de plataformas como celulares y computadoras y, en cambio, enfocarse en el descanso, la diversión y la salud, podrán fomentar tanto el bienestar físico como mental y prepararnos para un seguramente desafiante 2021.

Fuente: Ámbito

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