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LA SANGRE DE SAN GENERO NO SE LICUÓ Y NÁPOLES TEME POR UNA DESGRACIA: ¿EFECTO MARADONA?

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El «milagro» ocurre todos los años en Nápoles desde el 1300. Los fieles creen que el hecho de que no se produjera el ritual está emparentado con «desgracias» y otros eventos «nefastos».

El tradicional ritual que se realiza todos los años en la catedral de Nápoles, en el que el sacerdote agita un relicario que contiene la sangre sólida del patrono napolitano San Gennaro y por el movimiento se licúa, esta vez no sucedió y provocó mucha preocupación en los fieles de este santo en la ciudad del sur italiano.

El culto a San Gennaro comenzó el 16 de diciembre de 1631, cuando la lava del volcán Vesubio amenazaba con destruir la ciudad napolitana. Por esa razón, los pobladores, presos del pánico, se encomendaron a San Gennaro llevando en procesión por las calles el busto del santo que contenía su cráneo y la reliquia de su sangre. Así, la lava se detuvo milagrosamente en el borde de la ciudad y se salvó Nápoles.

Por este evento histórico religioso, cada 16 de diciembre la Iglesia napolitana recuerda el patronazgo de San Gennaro en la capital de la región de Campania, donde se encuentra la ciudad en la que también vivió Diego Maradona.

El 21 de marzo de 2015, el Papa Francisco pudo disolver en sus manos la sangre de San Gennaro, ante un Bergoglio muy emocionado y algo sorprendido en la catedral de Nápoles. Sin embargo, esto no sucedió con la visita de Benedicto XVI a la capital de Campania el 21 de octubre de 2007, ni con San Juan Pablo II durante tres días en Nápoles en noviembre de 1990. Antes de Bergoglio, la sangre de San Gennaro se había derretido sólo por el Beato Pío IX en exilio en Gaeta tras los levantamientos revolucionarios de 1848 y la proclamación de la República Romana, según indicaron en el medio Il Fatto Quotidiano.

Según los fieles, la no licuefacción de la sangre tiene una fuerte conexión con eventos nefastos como guerras, epidemias, en particular el cólera, erupciones del Vesubio y terremotos como el de 1980 o, por qué no, con la muerte del primer ídolo de Nápoles antes que el propio San Gennaro, Diego Maradona, según la comparación hecha por Gattuso, el entrenador del equipo en que jugó el Diez: «Maradona Fue más popular que San Gennaro».

El científico que examinó el Santo Sudario de Turín, Pier Luigi Baima Bollome, también analizó la sangre de San Gennaro mediante una espectroscopia con un instrumento equipado con una cámara sobre la caja de sangre del patrón napolitano presenció evidencia de hemoglobina.

“Este resultado no prueba con absoluta certeza la presencia de sangre, pero lleva razonablemente a descartar que se trate de una cuestión de distinta naturaleza. Todos estos hallazgos convergen en la conclusión de que la historia de San Gennaro es una realidad histórica precisa», relató.

Por otro lado, en 1991, Franco Ramaccini, Sergio Della Sala y Luigi Garlaschelli, tres investigadores de la Universidad de Pavía, llevaron a cabo un experimento publicado en la prestigiosa revista Nature. En la base de su hipótesis estaba el concepto en química de «tixotropía», es decir, «la propiedad que presentan determinados fluidos, como la gelatina o la miel, que tienden a licuarse cuando se agitan y a solidificarse en estado de reposo».

Sin embargo, Baima Ballome cree que las licuaciones no tienen que ver con el proceso de agitamiento, ni con la temperatura ambiental, ni los lugares en donde ocurre este fenómeno, sino que lo que ocurre “escapa a cualquier posible explicación científica”.

Fuente: Crónica

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