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CAYÓ UN CANICHE DESDE UN PISO 13 Y MURIERON TRES PERSONAS: A 32 AÑOS DEL INSÓLITO ACCIDENTE QUE CONMOVIÓ A CABALLITO

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El caniche impactó sobre una mujer, de 75 años, que falleció en el acto. Tras ella, hubo otras dos víctimas.

Era una mañana más en Caballito aquel 21 de octubre de 1988. Por la esquina de la avenida Rivadavia y la calle Morelos circulaba la gente con más o menos las mismas preocupaciones que tienen ahora. Pero un hecho tan luctuoso como insólito estaba por suceder. Un perro iba a caer desde el balcón de un piso 13, e iba a provocar, directa o indirectamente, la muerte de tres vecinos que no tenían nada que ver entre sí.

El hecho ocurrió tres décadas atrás, pero seguramente por lo increíble y fatal todavía debe conservarse en la memoria de los vecinos de Caballito, de los porteños y argentinos de más de 40 años en general.

Los diarios de la época relatan que la señora Marta Espina, de 75 años, caminaba esa intersección con su bolsa de compras. Mientras transitaba frente a la vidriera de una conocida casa de alfombras de apellido armenio, Espina no tenía idea de lo que el destino le tenía deparado.

Al mismo tiempo, Cachy, un perro caniche perteneciente a una familia de apellido Montoya, jugaba en el balcón del piso 13 de sus dueños, cuando de pronto, sin saber cómo, atravesó un hueco de la baranda y cayó al vacío. La mala suerte quiso que al sino trágico de la mascota se sumara el de la señora Espina, que recibió el impacto del animal sobre su cabeza y falleció en el acto. Cachy también perdió la vida en la caída.

Pero la crónica del suceso no termina con este fatídico hecho. Edith Solá, de 46 años, aparentemente llevada por la curiosidad de saber lo que había ocurrido, o quizás por el afán de llevar alguna ayuda, cruzó apurada la avenida Rivadavia con tanta mala suerte que fue arrollada por el interno 15 de la línea 55, que circulaba por allí. Era la segunda víctima fatal que se producía por la caída de «Cachy».

Pero faltaba una muerte más. La tercera víctima del funesto episodio no fue identificada por las crónicas de aquel tiempo, pero el relato señala que se trató de un hombre que sufrió un ataque cardíaco al ver la totalidad del episodio desarrollado en Rivadavia y Morelos, y que falleció en una ambulancia camino al hospital.

La caída del perro y la muerte de tres transeúntes constituyó una noticia tan insólita que ocupó la primera plana de algunos diarios de la época. Luego de eso, nunca más se volvió a repetir un episodio de este tipo. Cosas que pasan en Buenos Aires.

Fuente: La Nación

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