La fecha se remite a 1877, pero a nivel mundial, la fecha se conmemora hace más de 700 años.
Coincidiendo con la santificación de Luis IX de Francia en 1270. Quien había designado a su peluquero como hombre libre, ascendiendo su estatus de hasta entonces plebeyo como el resto de los peluqueros.
Por aquellos tiempos la actividad estaba destinada sólo para la nobleza de Europa de siglo XIII, sobre todo Francia, donde se utilizaban voluminosas pelucas. En esa época el peluquero era varón y se encargaba de mantener las pelucas, no el cabello natural.
En la Argentina se instituye en 1877, cuando en el teatro Coliseo, ante una concurrida asistencia se creó la Sociedad de Barberos y Peluqueros. Varios años más tarde, en 1940, durante el Congreso Nacional de Peluqueros realizado en la ciudad de Pergamino, se designó oficialmente al 25 de agosto como el Día del Peluquero.